En este proceso de traducción entre lenguajes y formatos, entre lo espacial y lo objetual, el cuerpo juega un rol central, ya sea como referente, mediador de las experiencias y materia para la creación de las obras. Ejemplos de lo anterior son proyectos como Performance para dos-canción de amor (Ladera Oeste, Guadalajara, 2017), que a través de un performance sobre el encuentro de dos personas devuelve la mirada sobre los objetos exhibidos y sobre el acto de la contemplación; y Casa serpiente (2018-2020), donde el espacio pictórico se vuelca al espacio físico.